Como bien reza el dicho: “En primavera la sangre altera”. Parece
que el sol resplandeciente brillando en el cielo, los pajarillos cantando y las
flores, que consiguen decorar cualquier ambiente, además, de inundarnos con un
maravilloso olor, es el mejor escenario para enamorarse.
¿Por qué?, podríamos preguntarnos. ¿Qué diferencia hay entre
la primavera y el invierno? También podríamos agarrarnos a la maravillosa
excusa del frío que hace para que nos abracen. Es algo tan recurrido como ver
una película de miedo y agarrarte fuerte excusándote en el miedo que te produce
el filme.
Sin embargo, sigue siendo mucho más emocionante enamorarse en
primavera. Ir al parque, pasar un rato tomando unas cañitas en una terraza,
pasear por la calurosa noche madrileña
o hacer una escapadita a algún río cercano se han convertido en “esos momentos”
que se convierten en inolvidables.
El problema es que en pocos meses llega el verano, y pasamos
de la estación para enamorarse a la estación para desmelenarse. ¿Aguantará ese
(todavía) inestable amorío? ¿Será amor verdadero o simplemente se tratará de
ese “estar en las nubes” pasajero?
Imposible contestar a eso. Lo importante es vivirlo y
disfrutarlo, ya se verá si se convierte en algo o no. ¿Será amor verdadero?
¿Pero qué es el amor? ¿Se le puede llamar a esto amor?
Para mí el verdadero amor es aquel en el que una mujer de
ochenta y un años pasa las horas sentada a los pies de la cama de su marido sin
separarse ni un minuto, es darle una galleta, aunque no debería, pero hacerlo
por darle un mínimo de felicidad en esos momentos.
Amar a alguien es mirar esa cara llena de arrugas y que los
ojos sigan brillando como el primer día al no poder evitar dibujar una sonrisa
en su rostro cada vez que la ves. Cuidarla, mimarla y saber que entre los dos
habéis construido un mundo que os pertenece solo a vosotros.
Amor es perder a la persona con la que has compartido tu
vida y no poder dejar de pensar en ella, mirar su foto y sentir esa necesidad
de besarla a cada segundo del día, acordarse de que, en algún momento, fue
completamente feliz y que esa felicidad la compartió con ella, porque esa
persona era parte de su felicidad.
@palomaperezdiez
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