- No te lo pienso decir, eso es algo íntimo que sólo puede
quedar entre nosotros.
- Bueno, no es nada malo, tampoco tienes por qué guardarlo
en secreto.
- No me gusta hablar de esos temas, ya lo sabes, así que
cambiemos de conversación.
----------------------------------------------------------------------------------------
- ¡Dios mío!, ¡Qué polvazo acabo de echar!
- ¡Qué envidia!
- Créeme, ¡el sexo no está sobrevalorado!
- No se puede comer delante de los que pasan hambre.
- Lo sé, y lo siento, pero tenía que compartirlo.

En pleno siglo XXI el sexo sigue siendo un tabú para muchas
personas, para otras es algo sucio (esto ya es una barbaridad absoluta y
pensamiento perteneciente a Atapuerca), algunos creen que está sobrevalorado,
sin embargo, (¡y gracias a Dios!) para muchos es insustituible, ni el chocolate
puede luchar con él, sería una batalla perdida.
El otro día, comentando con un amigo nuestra ‘noche anterior’
llegamos a la conclusión de que el sexo tiene un peso u otro dependiendo de cada
persona, seguimos desgranando el tema y añadimos que quizá todo el peso no
caiga en la persona, sino en con qué otra persona se practica. Hasta que llegó
la gran palabra: ‘Química’. Miradas, roces, besos, esa sensación previa
experimentada como si tocaras el cielo, eso es lo que no es sencillo sentir, no
todos los besos son iguales (metáfora), pero existe, ¡claro que sí! Podemos
hacer un llamamiento para que en la RAE se reconozca una nueva definición de química,
he aquí la propuesta: “Sensación que se produce entre dos personas imposible de
explicar”.
Decidimos bromear, a pesar de la situación, y sumándonos a
la lista de recortes que dentro de poco dejarán de existir las reservas de papel suficiente
para irlos anotando, pensamos en qué ocurriría sin nos quitaran también el
sexo. ¿Os imagináis? Cada persona debería llevar una especie de chip programado para que en el mínimo momento en el que se previese un atisbo de sexo
comenzara a emitir descargas para que no pudiera consumarse. "La verdad, sería
una medida muy propia de un gobierno como el que tenemos", comentó mi amigo. Sólo
el imaginarlo nos produjo una sensación atroz, “eso sí sería el fin del mundo”,
gritamos al unísono.
Y para terminar la conversación añadimos otra nueva propuesta. ¿Sabéis cuales son las siete maravillas del
mundo? El Chichén Itza en México, el Coliseo romano, el Cristo Redentor de
Brasil, la gran Muralla China, las Ruinas de Machu Picchu en Perú, la Petra en
Jordania y el Tal Mahal de India. Todos ellos son monumentos impresionantes
convertidos en sueño. Muchos son los que aseguran llegar a emocionarse al observarlos.
Y llegado a este punto ponemos fin a la conversación con la siguiente pregunta:
- ¿Realmente se experimentará una satisfacción plena al
admirarlos?
- Es posible, pero, ¿y esa sensación física y mental que produce el sexo?,
¿nadie lo habrá considerado para incluirlo?
- No lo sé, si no es así, he aquí el primer voto para que así
sea, tiro la primera piedra y levanto la mano.
@palomaperezdiez
NOTICIAS RELACIONADAS:
http://www.elreferente.es/actualidad/el-efecto-folloamigo-15293
http://www.20minutos.es/noticia/1528257/0/sexo/encuesta-durex/primera-vez/
NOTICIAS RELACIONADAS:
http://www.elreferente.es/actualidad/el-efecto-folloamigo-15293
http://www.20minutos.es/noticia/1528257/0/sexo/encuesta-durex/primera-vez/