jueves, 13 de septiembre de 2012

Un día sin reír es un día perdido

"El día peor empleado es aquél en que no se ha reído", Chamfort avisó. Y que razón tenía. Vivimos en un país en el que la situación actual nos hace llevarnos las manos a la cabeza, llorar y llorar hasta agotar las lágrimas. Sin embargo, no vamos a solucionar nada así, no me gusta actualizar el blog todos los días con noticias y situaciones desagradables, pero me siento en la obligación de denunciarlas.

Pero hoy toca reír, creo que los seguidores de mi blog también se lo merecen, como una fiel lectora reza en su cuenta de Twitter: "Un día sin risa es un día perdido", pues bien, ahí van alguna de las cosas leídas en la red que me han hecho reír y que quiero compartir porque, ¡madre mía!, ¡qué ingenio tienen algunos!

El otro día leí un comentario tan real como la vida misma: "Bolsos de tías que le hacen la competencia a Doraemon". ¿Habéis visto? ¡Qué razón tiene! ¿No tenéis amigas que parece que llevan un bolso pequeñísimo y de pronto sacan un monedero, las llaves, un peine, maquillaje, un libro, un abanico, preservativos (las que son previsoras), pañuelos, una cajita con chicles, el tabaco, cinco mecheros (no vaya a ser que alguno se quede sin gas)…sin olvidar las cosas más variopintas que también se pueden encontrar dentro del bolso de una mujer. Juro que he visto a una compañera de la universidad sacar un mando de la televisión de su bolso. ¿Y qué me decís de esos que están llenos de neceseres, por lo menos cinco o seis? ¡Sí, señor, el orden que no falte!

Otra de las frases que he leído y me han llamado la atención ha sido la siguiente: "Has fracasado en la vida si nunca le has sacado la chapita a las latas mientras decías el abecedario". ¡Qué levante la mano la persona que no haya hecho esto! Había gente, que incluso, pedía las latas de otras personas para poder relatar el abecedario esperando que la chapita se rompiera por la inicial del chic@ que le gustaba. Normalmente no solía haber suerte, hay nada más y nada menos que veintisiete letras (sin contar "ch" y "ll")  en el abecedario, aunque reconoced que cuando pasabais por la inicial que queríais apretabais más fuerte la chapita para que se rompiera. Y la rara vez que se rompía exactamente en esa letra, ¿os acordáis? El ritual estaba marcado, había que buscar un sitio para ponerla, el llavero, en una pulsera o colgada del cuello. 

Y una más, en honor a todos aquellos indecisos que pensativos miran la pantalla de su móvil creyendo que ese mensaje será clave en su vida. "El código de honor de WhatsApp dice que si la otra persona sale como "escribiendo" debes ceder el turno y borrar rápido lo que hayas puesto", a lo que añado: "Sobre todo en una discusión o cuando estás conociendo a alguien, que lo diga él, que lo diga él". Ahora parémonos a pensar fríamente, ¿de verdad se puede decidir el futuro de dos personas en un mensaje? Seguramente no, o eso debería ser, ¿no? ¡Que lo importante no se diga por el móvil! Sin embargo, yo quiero proponer un aplauso dedicado a todos aquellos que escriben mensajes en el móvil, pero que nunca envían.

Conclusión: Me encantaría terminar el post contándoos un chiste, pero por dos cosas no voy a hacerlo, sin el tono sería difícil y la verdad es que a mi tampoco se me da muy bien hacerlo. Sin embargo, si quiero daros un consejo, reíros, reíros hasta que os duela la tripa, que además, es bueno para las arrugas.

@palomaperezdiez

No hay comentarios:

Publicar un comentario