domingo, 18 de marzo de 2012

Susurros al oído

Una vez una amiga me contó…

“El otro día iba paseando por la calle, escuchaba música y de pronto me puse a pensar en él. No sé por qué, me llamarás loca, pero estuve pensando en el día de nuestra boda.

Me imaginé vestida de blanco, dirigiéndome hacia él mientras veía como se iluminaba su cara con una enorme sonrisa. Me daba un beso, a pesar de que según el protocolo era mejor no hacerlo hasta el final del acto y me decía: “Estás preciosa”.

Por un momento pensé que estaba totalmente loca. ¡Cómo podía ponerme a pensar en eso! Pero continué, empecé a recordar momentos que he hemos pasado juntos, me encanta que me coja de la mano y me haga sentir que apretándola fuerte jamás me voy a estrellar.

Tampoco puedo dejar de pensar en cuando lo veo durmiendo. Hace tiempo que me desperté y pensé que era lo que quería ver el resto de mi vida al levantarme todos los días.

Podría tardar años en enumerar las razones por las qué me enamoré de él y por las que cada día me hace feliz. Hazme caso amiga, es maravilloso sentir como suben esas mariposas por el estómago cada vez que se te acerca al oído y te susurra Te quiero”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario