Esto no es Alicia en el país de las maravillas

Me levanto por la mañana. Cojo el periódico y leo; "El 99% del Congreso ratifica la misión de España en Libia". Salgo a la calle y empiezo a escuchar los típicos comentarios de; "mira tanto que criticaron a Aznar y ahora lo hacen ellos", "antes le vendían armas a Gafadi y ahora le atacan". Y yo me giro y pienso; sí, que razón tienen, ¡cuánta hipocresía!, pero a pesar de todo ahora la situación es bien distinta. Por aquellos años que corrían, Jose María Aznar decidió intervenir en Irak sin la autorización de Naciones Unidas. Fue una decisión de Estados Unidos a la que España se sumó. El ex presidente no quería perder la relación con su amigo George Bush. Pero avancemos, no vivamos en el pasado. A día de hoy existe un problema en Libia. Gadafi está acribillando a su pueblo. ¿Podríamos hablar de vías pacíficas? Disculpad que me ría a pesar de lo complicado de la cuestión. Seamos realistas. Gadafi nunca habría hecho caso. Sería entregarse para saber que va a pasar lo que le queda de vida en prisión. No vivimos en el país de las maravillas. ¡Ojala unas bonitas palabras sirvieran para acabar con todas las injusticias! Pero no es así. Hay que terminar con la situación que azota a todo un país. Y si, yo también estoy en desacuerdo con cualquier acción militar. Pero ahora es necesario. Es un mal menor, en comparación a la masacre que podemos evitar. Es una lucha para conquistar la libertad de un pueblo. Y por favor, no hagamos comentarios absurdos. No comparemos la situación actual con la intervención en Irak. Los cuatro F-18 españoles no están destinados a atacar objetivos. Dibujemos una linea entre la realidad y la ficción.